Por: Gloria Morales
Pasé por una tienda de ropa, de esas que las mujeres de clase media frecuentan mucho… y últimamente lo hombres también, pasé y vi en una de sus vitrinas la imagen de una persona con cabello corto, rostro con facciones angulosas, cuerpo con rasgos rectos y estilizados, una persona muy atractiva, pero hasta ahora sólo puedo definir eso; “una persona”, hasta la fecha sigo sin saber si era hombre, mujer o quimera.
Anteriormente los rasgos, roles, y vestimenta solían estar notoriamente delineados entre hombres y mujeres, sin embargo la actualidad los mantiene tan delineados como una nube, y esto NO me pone en el plan nostálgico de “es que en mis tiempos”… ciertamente, al igual que cualquier otro aspecto en la vida tiene sus pros y sus contras, personalmente pienso que es producto de la “guerra de sexos” (yo prefiero pensar que es una alianza) que se ha dado en las ultimas décadas… o en la ultima eternidad. Creo que lo único que cambia es la estrategia; a fin de cuentas un@ siempre lucha por una estancia cómoda en este planeta, incluya —o no— a su género.
En fin, les decía que vi a este ser andrógino en uno de los aparadores de esa tienda, y al poco tiempo, navegando por internet me encontré con Andrej Pejic, un modelo que ejerce en la pasarela del otro lado, del lado femenino. Este tal Andrej es más hermoso que la virgen que se les ocurra, y si no veneran vírgenes, basta con decirles que es más hermosa que una quincena con aumento, más hermosa que una mañana en el periférico sin tráfico, y para conflicto mujeril; más hermosa que muchas de nosotras. Si, este hombre es bellísimA… aunque no es mujer.
Ya está bastante popularizada la leyenda urbana de los varones homosexuales que fácilmente pasan por mujeres despampanantes, es un cliché, pero últimamente la moda le da un giro de 180°; ya no se trata de curvas y voluptuosidad, por el contrario; se trata de unificación sexual hacia lo plano, lo recto y lo anguloso. Andrej Pejic no es el único caso de moda andrógina, supongo que por eso es moda; los seres andróginos se están produciendo (y cosechando) cual uvas en viñedo de Europeo ricachón. Entonces me encontré con Erika Linder, una mujer más guapO que muchos hombres que tienen el titulo oficial. Pero aquí pasa algo curioso, o no tanto; ni Andrej tiene pechos, ni Erika tiene músculos, ni la necesidad de modificar esos rasgos para pasearse en las pasarelas más arto carísimas y reconocidas del mundo. Andrej y Erika son consideradas bellezas por la mayoría del público femenino, masculino, homosexual y heterosexual.
Ahora que la metrosexualidad es socialmente aceptada, y hasta aplaudida, sin que se la gente piense que un hombre que cuida su aspecto es un damito, ahora que los hombres usan el color rosa y las mujeres esas botitas toscas sin que la gente lo interprete como un signo de homosexualidad, ahora que la moda no discrimina entre pene o vagina, ahora que (al menos en el aspecto sexual) todos somos iguales, ahora es el momento en el que me pregunto ¿Y la sociedad para cuando?
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